Continuando con nuestra inmersión en la cultura argentina, en esta nueva entrega abandonaremos la gastronomía para adentrarnos en la moda, que es otro pilar fundamental en la tradición y cultura del país.
La moda siempre ha sido un reflejo del momento social de la época. En la década de 1960, en la que salieron a la luz los relatos de Los trabajos nocturnos, esta ya se veía como una forma de reivindicación y de máxima expresión, fuertemente marcada por el fenómeno migratorio del siglo XX. Y la ciudad de Buenos Aires, nuestra fiel compañera, una de las ciudades más fashion de Latinoamérica.
Argentina sufrió un período de transformación durante la década de los años 60, produciéndose grandes cambios políticos y culturales. Todo ello tuvo gran influencia sobre las tendencias y estilos de los argentinos. Nombraremos algunos de los movimientos más importantes:
El movimiento hippie fue uno de los más relevantes. Surgido en Estados Unidos en los años 60 y rápidamente se extendió por el mundo, incluyendo Argentina. Se identificaban como pacifistas y libertarios, en armonía con la naturaleza, por lo que su estilo se caracterizaba con prendas sueltas, coloridas y con estampados psicodélicos. Las mujeres usaban vestidos largos y fluidos, con estampados florales, mientras que los hombres optaban por pantalones acampanados y camisas holgadas.
Otra gran influencia fue el estilo mod. Este tuvo su origen en el Reino Unido, y tenía un carácter moderno y vanguardista que buscaba romper con las tradiciones y convenciones sociales. Utilizaban prendas ajustadas, de colores brillantes y con estampados geométricos. Las mujeres usaban minifaldas y vestidos cortos, mientras que los hombres optaban por trajes entallados y camisas de colores llamativos.
El estilo ladylike también fue determinante en los armarios argentinos de los años 60. Su máxima, «vestir como una dama», pretendía rescatar la elegancia y feminidad propia del estilo de los años 50 que encarnan iconos como Grace Kelly o Audrey Hepburn. Las mujeres buscaban la elegancia y la sofisticación, utilizando vestidos y faldas por debajo de la rodilla, blusas con cuellos altos y abrigos estructurados. Los hombres también adoptaban un estilo más formal, utilizando trajes clásicos y camisas de vestir.
No podemos evitar pensar en tía Bona con blusas coloridas y vestidos sueltos corriendo por el campo en Las plagas, en los músicos de Último baile con sus prendas modernas y estampados atrevidos, y en la feminidad personificada en Olimpia de Casa en que vivimos.
Y tú, ¿con qué estilo te quedas?
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